Servicios Telefonicos
Por JOPI (mr_jopi@yahoo.com.ar)
Solo se trata de un relato de ficcion. Cualquier semejanza con la realidad es
pura coincidencia. No se alienta a nadie a la violencia, si no entiende esto,
deje de leer de inmediato y borre este archivo.
El celular de Cristina sonaba a cada momento. Caminando nerviosa por su
casa atendia las llamadas maldiciendo los dos dias que hacia que estaba sin
telefono.
-Si, manana te llamo.. si.... Te corto que me quedo sin bateria..- decia ella
por el telefono
-Si... claro.. si.. bueno.. te llamo.- insistio para despues cortar.
Un constante y molesto pitido le avisaba que ya la bateria no aguantaba
mas. Para colmo de males se habia dejado el cargador en el trabajo y a esa hora
de la tarde no pensaba en irlo a buscar. Cerro el celular y lo dejo sobre la
mesa. El pitido del celular seguia insistiendo y poniendola mas nerviosa. Miro
el reloj en la pared y volvio a mirar el celular.
-!!Donde estas que no llamas!!- dijo pensando en su marido
Era normal que todos los dias a esa hora recibiera el llamado de el,
avisandole que estaba en camino, o a veces avisandole de alguna dudosa reunion
de directorio. Ella desconfiaba de esas reuniones, pero no le decia nada. Ambos
eran libres en su vida y no consideraban que valiera la pena amargarse por lo
que hiciera el otro. Al final, cansada de escuchar el molesto pip del aparato,
descontecto el celular y lo dejo a un costado.
Sentada en el sillon del living se puso a mirar television mientras se
servia unas galletas con un buen vaso de gaseosa. Hacia algo de calor y el dia
habia estado complicado. Recostada en el sillon se saco los zapatos y se rio un
poco con el programa que estaba viendo.
De repente, el timbre sono. "Por fin llegaste", penso ella poniendose
de pie de mala gana y atendiendo por el portero visor. Sin embargo lo que vio no
era su marido. Dos hombres vestidos en mamelucos azules y con cinturon de
herramientas y cables le mostaban una borrosa hoja con un pedido de reparacion.
-Somos de la compania de telefono senora.- dijo uno de ellos
-Venimos por su pedido de reparacion.- dijo el otro asomandose de costado
-?A esta hora?- contesto ella sorprendida
-Es que estamos muy atrasados en la zona..- se excuso uno de ellos
-Si le molesta podemos llamar a central y reprogramar la visita...puede ser el
lunes que viene..- dijo el otro
-!No,no!.. Esta bien... pasen - dijo ella
-No me banco mas sin telefono, prefiero que lo reparen hoy.- agrego con cara de
resignacion.
La chicharra de la cerradura de la puerta de entrada sono y los dos
hombres pasaron por el largo pasillo hasta el ascensor. Con sus herramientas y
materiales en las manos subieron hasta el 5to piso donde Cristina los esperaba
en la puerta del pallier.
-Por aca.- les indico abriendoles la entrada de servicio
-Buenas tardes senora.- le dijo uno de ellos
-Buenas tardes - reacciono el otro
Cristina cerro la puerta atras de ellos y descalza como estaba los hizo
pasar hasta el living. Ahi los hombres dejaron sus maletines y sus rollos de
cable en el suelo mirando hacia las paredes.
-Bien... Uds diran.- dijo ella quedandose a la espera de que empezaran a
trabajar
-?Donde estan los telefonos?- pregunto el mas grandote
-Hay uno aca, otro en la cocina y otro en el dormitorio.- aclaro ella
-?Nos los podria mostrar?- le pidio el mas flaquito
Cristina se levanto del sillon donde se habia sentado y en el medio de
su movimiento el tajo de su pollera dejo a la vista su muslo hasta casi su
entrepierna. De inmediato se dio cuenta y se cubrio haciendo de cuenta que nada
habia pasado. Camino delante de ellos hasta la cocina y les una vez alla les
mostro el telefono en la pared. Los dos hombres no miraban las lineas ni los
aparatos. La vista de ambos no podia apartarse del culo de Cristina. Un codazo
entre ellos fue mas que suficiente como para ponerse de acuerdo y sonreir con
las curvas de ella delante.
Cuando llegaron al dormitorio, los dos no podian creer lo que veian.
Habia un juego totalmente sensual de ropa interior, con portaligas y medias
sobre la cama listo para usar. Los dos hombres no pudieron evitar sentir como
sus vergas se ponian duras de solo pensarla a ella vestida con eso. Sin darle
mucha importancia al telefono sobre la mesa de luz, y solo mirando el culo de
Cristina mientras se agachaba, salieron otra vez rumbo al living.
-Supongo que con eso ya pueden empezar a trabajar - dijo ella sentandose en el
sillon a mirar TV otra vez
-No se preocupe... ya sabemos lo que vamos a hacer.- dijo el mas flaco con un
brillo en los ojos.
-Cacho, aclanzame el cable hasta el dormitorio, seguro que la caja esta ahi.-
agrego
Los dos se fueron al dormitorio de ella y en cuanto no los tuvo a la
vista intercambiaron un par de palabras en voz muy baja. En senas y apenas
susurrando se entendieron perfectamente, y mientras Cacho preparaba unos buenos
pedazos de cables guardandolos en su cinturon, Jorge abria uno de los cajones
de ropa revolviendo hasta encontrar lo que buscaba. Haciendole senas le indico a
Cacho lo que queria hacer y los dos juntos volvieron al living.
Crisitina seguia mirando TV con su vaso en el piso y un paquete de papas
fritas. entre sus manos. En silencio y agachados para que ella no los viera se
acercaron por atras. El ruido del paquete de papas fritas y el volumen del
televisor silenciaban cualquier ruido que pudieran hacer ellos. A una sena, los
dos se pusieron de acuerdo, y mientras Cacho ataba la mano derecha de ella al
apoyabrazo del sillon, Jorge saltaba sobre ella metiendole el panuelo en su
boca. Rapidamente Jorge tomo la cinta de aislar de su cinturon y dio varias
vueltas sobre la boca y nuca de Cristina sujetando el panuelo en su lugar. Con
su mano libre, Cristina golpeaba los brazos de Jorge, pero sin tener exito. En
cuanto Jorge tuvo la boca de ella bien asegurada, le pidio otro tramo de cable a
Cacho y el otro brazo sufrio la misma suerte del izquierdo. Cristina pateaba
sobre la alfombra con violencia arqueando su cuerpo desesperada al sentirse
atrapada de esa forma.
-Va a estar buena la huacha... fijate como se mueve.- decia Jorge
-Seguro que va a estar apretadita ...- se relamio Cacho
En seguida los dos se pusieron delante de ella y con muy poco esfuerzo
dominaron sus piernas. Cristina sacudia su cabeza para ambos lados con los ojos
desorbitados. No podia creer lo que le estaba pasando.
-?Que hacemos con las gambas?- pregunto Cacho
-Vamos a atarselas juntas primero...ya va a tener tiempo para tenerlas abiertas
un buen rato.- se sonrio Jorge
Con otro cable mas ataron bien las piernas entre ellas dando varias
vueltas de cable hasta las rodillas de ella. Un tramo de cable salia del medio
de la atadura. Tirando del cable y ayudado por Cacho, Jorge caminaba hacia
atras de ella levantandole las piernas. Pasando el cable por arriba de la cabeza
de ella llevo el cable hasta las patas traseras del sillon y lo ato bien fuerte
ahi. Cristina no tuvo otra alternativa que permanecer ahi, inmovil mientras sus
piernas se alzaban y su vestido dejaba a la vista sus piernas y su culo.
-Mira que culo que tiene.- dijo Cacho
-Apuesto a que le encanta que se lo calienten ... - dijo Jose riendose
Cristina negaba con su cabeza desesperada. Ahi estaba, presentandole el
culo a dos perfectos extranos que la habian dominado cuando ella menos lo
esperaba. Podia sentir las manos de ellos abriendo su pollera con el alicate de
cortar cables, haciendola pedazos con facilidad.
-!!Hmmmmmmm!!!- gruno detras de la mordaza al escuchar la tela mientras se
rasgaba
Como cebados con su ropa, los dos hombres no pararon hasta dejar varios
pedazos de tela por el suelo, un monton de jirones colgando de su cuerpo, pero
por sobre todas las cosas, su culo bien expuesto en el borde del sillon. Por un
rato, los dos pasaron sus manos y jugaron con los suaves muslos y las carnes mas
blancas de la mujer. La manoseaban y la recorrian indecentemente, sintiendo como
ella temblaba con cada contacto. Los dedos recorrian sus apretados muslos y se
deslizaban entre sus piernas sobre su sexo apretado y cerrado. Cristina gemia y
resoplaba con cada contacto. Las manos en su sexo empezaban a exitarla. Aun
cuando ella no lo deseaba, las groseras manos y las bruscas apretadas de sus
cachetes se sentian deliciosas en su piel.
-Le esta gustando.... es una putita..- dijo Cacho
-Por supuesto que le gusta...- dijo Jorge acariciando el monticulo que formaban
sus labios cerrados detras de la bombacha.
-Y ahora vas a ver lo que le gusta mas todavia.- le dijo guinandole un ojo y
haciendole una sena a Cacho
-Vos de ese lado, yo de este.- agrego Jorge parandose a un costado de Cristina
Con la palma de su mano bien abierta Jorge apretaba los cachetes del
culo de Cristina. Haciendole senas a Cacho logro que el lo entendiera y con su
mano hiciera lo mismo. Las dos manos apretaban los cachetes del culo de la mujer
que movia sus piernas sin poder escaparse.
Jorge levanto la mano del cachete de Cristina y de repente la bajo con
violencia dandole un fuerte chirlo que le sacudio todo el cuerpo.
-!!Mmmmmppppphhh!!- gruno Cristina detras de la mordaza
Enseguida Cacho entendio la maniobra y con su pesada mano tambien le dio
otro chirlo en el otro cachete. Las carnes del culo de Cristina se movian como
flan con cada golpe. El cuerpo entero de Cristina se revolvia tratando de
escapar de las manos de esos despiadados hombres pero solo lograba hamacarse un
poco al ritmo de las sonoras cachetadas. Cristina sentia como su culo se
calentaba y le ardia con cada golpe. Esos hombres tenian manos muy pesadas y sus
blancas carnes empezaban a mostrar la huella de los dedos marcados en rojo.
Cristina sacudia la cabeza con desesperacion. Sus ojos tenian una mirada
de suplica hacia los hombres y sus manos se aferraban sobre los apoyabrazos del
sillon haciendo fuerza para contenerse.
-!Que te apuesto que la muy puta ya se mojo.- le dijo Jorge a Cacho
-A que no..- le respondio Cacho
-Si perdes vas a buscar lo que quedo en el dormitorio.- arriesgo Jorge
-Y mientras me divierto solo con ella.- agrego
-!!Hecho!!- dijo Cacho
Los dos se arrodillaron mirando el enrojecido culo de la mujer y con los
alicates cortaron el pedazo de tela que cubria la entrepierna de ella. En cuanto
terminaron de cortar la bombacha, esta salto como un resorte dejando a la vista
la raya del culo y algo del sexo de Crsitina. Metiendo la mano por delante de
sus piernas Cacho tiro de la tela de la bombacha y esta se corrio dejando a la
vista una concha brillante y enrojecida.
-!!La muy puta!!- maldijo Cacho
-!Ja Ja Ja ! Tomate tu tiempo... y fijate si encontras algo interesante por
alla.- dijo Jorge mirando a los ojos de Cris
Enseguida Jorge agarro un almohadon grande de uno de los sillones y
mientras le aflojaba apenas un poco las ataduras de sus piernas a Cristina, lo
empezo a meter entre las rodillas de ella abriendole las piernas hasta que su
mano pasaba entre sus muslos. Ella lo miraba hacer y sus ojos se desesperaban.
Miraba su bombacha rota y giraba la cabeza negandolo. No podia entender todavia
como su cuerpo la habia traicionado asi, como habia sido capaz de mojarse ante
esos dos desconocidos. Por su mente pasaban mil cosas y una sensacion fria le
recorria la espalda.
De repente sintio los dedos de Jorge jugando y acariciando habilmente su
sexo. Sus suaves, pero firmes toques le hacian sentir miles de descargas en todo
su cuerpo y su respiracion se agitaba sin poder evitarlo. Lentamente los dedos
de el iban abriendo sus labios y acariciando sus carnes mas internas, mas
suaves, mas sensibles. Cristina cerro los ojos apretandolos con fuerza. Sus
dientes mordian el panuelo en su boca con fuerza y el aire saliendo por sus
narices silbaba suavemente.
-!!Que caliente estas huacha!!- le dijo Jorge sonriendole
Jorge se agacho otra vez entre las piernas de ella, sin sacar la mano de
su sexo y volviendola loca con sus juegos. Miro el rostro de ella por la
abertura entre las piernas y abriendo su boca dio una pequena mordida en su
muslo derecho hasta marcar suavemente sus dientes.
-Mmmpphh- gimio suavemente ella abriendo sus ojos
-Si huachita... hoy te vamos a hacer de trapo.- le sonrio el
Los dedos de Jorge se deslizaban cada vez mas adentro del sexo de ella y
Cristina cerro los ojos fuertemente conteniendose. Las manos grandes y fuertes
de Jorge se tomaron entonces de sus muslos y sonriendole entre sus piernas abrio
la boca y engullo todo su sexo de un bocado. La espalda de Cristina se arqueo y
sus manos se volvieron a crispar sobre los apoyabrazos. En ese momento Jorge
mordio suavemente uno de los labios de la mujer y lo estiro mirando a su rostro.
Ella giraba su cabeza sintiendo lo que le estaba haciendo y sus ojos se
enrojecian.
-!!Mira Jorge!! !!Mira lo que encontre!!- llego gritando Cacho
-!!Joya!!- rio Jorge en cuanto lo vio
-Parece que tenemos una puerquita ?no?- dijo Cacho riendo
Cristina no veia lo que Cacho tenia en la mano, pero algo le decia que
no le iba a gustar mucho. En cuanto Cacho se puso a la vista Cris penso que el
corazon se le salia por la boca. !No podia ser! !?Como lo habia encontrado?!
En las burdas manos de Cacho su vibrador parecia aun mas grande y amenazador.
?Como les explicaba que nunca lo habia usado? Su amiga se lo habia regalado el
ano pasado como una broma y ella lo habia guardado bien oculto.
Jorge agarro en la mano el grueso vibrador y girando la parte de abajo
lo encendio en su punto mas bajo. El aparato saltaba en la mano de el
deslizandose suavemente como si reptara.
-Y tiene las pilas bien cargadas.. - dijo Jorge
-Vamos a ver quien aguanta mas... si las pilas o ella.. ja ja ja.- agrego
Golpetea ndo con dos de sus dedos los labios mojados de Cristina
fue preparandola para lo que venia. Con la punta del vibrador, ahora apagado,
Jorge empezo a abrir los labios del sexo de ella. Suavemente fue acariciandola
mientras ella sacudia sus piernas tratando de sacarselo de encima. Entre la
humedad de su sexo y el movimiento suave y ritmico del aparato en su
entrepierna, la punta iba desapareciendo, hundiendose dentro de ella. Los ojos
de Cris se abrian de par en par mientras sentia como su cuerpo se abria sin
remedio al paso de ese infame aparato. Jorge iba girandolo, lubricandolo con
los mismos jugos de ella, sintiendo y disfrutando la tension de sus muslos
mientras se sentia irremediablemente penetrada.
A medida que el vibrador iba hundiendose, el grosor del mismo abria mas
y mas su sexo. Cristina sentia esa sensacion dentro de su sexo y su cabeza
giraba desesperada. Muy pronto casi todo el grueso y largo aparato estaba
dentro de ella. Solo quedaba afuera lo suficiente como para encenderlo.
-!!Como te gusta !!- le rio Jorge mientras daba varias palmadas a su culo
Las palmadas solo le hicieron sentir a Cris todo lo que estaba metido
esa cosa adentro de ella . Cerraba sus ojos con algunas lagrimas corriendo por
su cara sintiendose tremendamente humillada por esos dos desgraciados. Pero sus
ojos de repente se abrieron de par en par y su espalda se arqueo en cuanto Jorge
encendio la vibracion del aparato.
-Mmmmmfffffff- gimio ella detras de la mordaza
-Si... si.. ya se que te gusta mucho..- se reia Cacho
-Dejaselo ahi adentro mientras le damos por el culo.- le dijo Jorge
En ese momento Jorge saco otra vez su cinta adhesiva de su cinturon y
con varios trozos lo sujeto a la entrepierna de ella. Despues de eso volvio a
sacar el almohadon y a cerrar las piernas de ella. Cristina se retorcia
sintiendo como su cuerpo vibraba por dentro y se una sensacion de placer la
devastaba. Su cara estaba roja de verguenza. Sentirse asi delante de esos dos
degenerados y no poder evitarlo era tremendo.
Entre los dos sostuvieron las manos de Cristina para desatarla. Por mas
que ella forcejeo, no fue rival de la fuerza de sus dos atacantes, y rapidamente
sus brazos terminaron flexionados apoyados sobre su nuca. Con un pedazo de
cable mas, Cacho dio tres vueltas al cuello de ella para terminar en una atadura
de las munecas sobre la nuca. Cristina no podia moverse mucho. Cualquier tiron
de sus manos apretaba suavemente su cuello asustandola mucho y obligandola a
estarse quieta.
Firmemente sujeta por sus codos, Cristina fue levantada del sillon y
obligada a dar pequenos saltitos para seguir a sus captores. Su cara expresaba
la ira y la verguenza de estar totalmente sometida a la perversa voluntad de
esos dos degenerados. Su vestido, o mas bien lo que quedaba de el, colgaba hecho
tiras sin llegar a cubrir nada de su cuerpo.
Tirando de sus codos y a veces tirandole del pelo o de sus pezones, la
llevaron hasta la cocina. Cristina respiraba agitada por el esfuerzo de los
saltos que la habian obligado a dar, y un par de lagrimas recorrian su cara
rodando hasta aterrizar en sus pechos. Con sus brazos en su nuca, sus abundantes
pechos se veian expuestos a la vista de dos hombre que solo pensaban en una cosa
con ella.
En cuanto llegaron a la cocina, de un empujon la arrojaron sobre la mesa
boca abajo. Sin equilibrio ni manos para atajarse, Cristina sintio como sus
pechos fueron los primeros en recibir el impacto de la caida y luego su cara
pego contra la dura madera de algarrobo. Desde atras de ella uno de ellos le
estaba dando sonoros chirlos en su culo, haciendola dar respingos con su cuerpo
intentando levantarse pero sin poder.
-Pasame la manteca.- dijo Cacho
Cristina abrio los ojos de par en par al escuchar esas palabras. Su
mente se imaginaba lo que venia. Alguna escena de la pelicula "el ultimo Tango
en Paris" rodaba por su mente pese a que ella trataba de bloquearla. Con su
cabeza negaba y se retorcia poniendo su mirada mas suplicante, pero no habia
nada que ablandara a esos hombres. De repente, los dedos de Cacho sobre sus
gluteos le hicieron parar de sollozar y gemir. Podia sentir como se metian en
su raya y lentamente empezaban a apartar sus cachetes. El aire frio en su ano le
hizo sentir nuevamente la descarga en todo su cuerpo. Era inminente que la
sodomizaran, y no podria hacer nada para evitarlo.
Cerrando sus ojos con fuerza trato de negar las sensaciones de los
toscos dedos de Cacho reocrriendo su culo. Pese a que lo intentaba, no pudo
dejar de sentir como se deslizaban por su apretado esfinter. La sensacion de la
manteca calentandose y derritiendose por el propio calor de su cuerpo, el
liquido derretido cayendo por las caras internas de sus muslos.... y de
repente...
-!!MMmmmfff!!- grito ella al sentir el dedo de Cacho hundiendose dentro de su
recto
Cacho tomo un punado de cabellos de ella y tiro para atras levantando la
cara de la mesa. El tiron era fuerte y le hacia sentir su cuero cabelludo tenso
y apenas dolorido.
-Va a ser mejor que te relajes putita..- le dijo el como advertencia
-Aflojate.- le dijo moviendo el dedo dentro de ella
Cristina trataba de aflojarse pero no lo lograba. Un llanto muy profundo
invadia todo su ser. Sabia que debia hacerlo pero no podia.
-Dame una mano Jorge.- le dijo Cacho
Jorge se paro del otro lado de la mesa y agarro a la indefensa mujer de
las mechas que Cacho le habia dejado. Sin aviso y con total violencia un sonoro
sopapo cruzo la mejilla de ella. Casi de inmediato, otro sopapo del otro lado.
En ese momento Cris dejo de llorar sintiendo como las mejillas le ardian.
-!!Aflojate puta!!- le grito Jorge
Con las dos manos libres Cacho ya tenia mas libertad de movimiento y
mientras que le daba chirlos en el culo presionaba fuerte con el dedo sacandolo
cada tanto para untarlo mas y mas en abundante manteca. Cristina no lo podia
creer. Sentia ya los nudillos del puno de Cacho apretandose contra su raya y el
dedo del hombre bailaba dentro. Cuando termino con ese dedo Cacho lo saco y esta
vez arremetio con dos dedos.
El alarido de Cris fue mas violento esta vez, pero fue contenido
nuevamente por la mordaza. Podia sentir como su ano le ardia al punto de sentir
que se rasgaba por la violenta penetracion.
-Apuesto a que esta putita no le entrego nunca el marron a su marido.- decia con
tranquilidad Cacho
-Ja Ja Ja.. y mira quien se lo lleva hoy.. ja ja ja- rio con ironia Jorge
Cristina lloraba desconsolada. En parte por las sensaciones que le
destrozaban su cuerpo, en parte por la triste verdad que acababan de decir.
Estaba con un vibrador en su sexo, con dos dedos dentro de su ano y su cuerpo
presionado contra la mesa, un hombre desconocido para ella la tenia del pelo
para mirar su expresion de dolor en su rostro y otro mas se divertia a lo grande
con su ano.
-Preparate a tenerla, porque esta puta va a saltar como loca en cuanto se la
meta.- dijo Cacho
-Vos dale que despues le doy yo.- comento Jorge preparandose
Detras de ella Cristina escucho el ruido de la cremallera del mameluco y
su cuerpo se crispo otra vez. Los zapatos de Cacho sobre el piso eran indicio
que ya se estaba sacando las botamangas del pantalon.
En cuanto sintio la punta de la verga de Cacho en su culo, Cristina dio
un fuerte respingo tratando de salir del blanco de esa masa de carne, pero no
podia escaparse. Su respiracion se agitaba a medida que sentia la presion mas
fuerte de el hombre en su ano.
-Sigue apretadita la huacha...- protestaba Cacho abriendole mas el culo con sus
manos y empujando mas fuerte
-!!Aflojate te dije!!- dijo otra vez Jorge dandole dos fuertes tirones de pelo
Cristina lloraba. No sabia que era lo que le dolia mas, si su culo
empezando a abrirse o su cabeza por tantos maltratos. Sollozando y temblando
sintio como Cacho ya se abria paso entre sus carnes hundiendose sin piedad.
-Mppppphhh Mpphh Mphhhh- lloro Cris
La durisima verga de Cacho seguia entrando y su culo se sentia como en
llamas. Todo su cuerpo sufria la impiadosa penetracion. Parecia que no iba a
terminar mas. No terminaba de entrar nunca. Cristina jamas habia pensado en su
vida que su culo pudiera recibir algo tan grande. Con sus punos crispados
sintio por fin el pubis de Cacho pegando contra sus nalgas y supo que le habian
abierto el culo como nunca hubiera imaginado.
En ese momento Cacho se aferro a la cintura de Cristina y suavemente
empezo a salir afuera de ella. Lejos de aliviarla, el roce de la piel de su
verga contra su ano sensibilizado le hizo sentir como si estuviera empalada por
un piston caliente, como si la estuvieran quemando por dentro. Cristina no podia
aflojar sus punos. Cada movimiento de Cacho era un sinfin de sensaciones de
ardor en su cuerpo.
Cuando penso que Cacho ya salia del todo de su cuerpo, otra arremetida
violenta le corto la respiracion. Esta vez toda la verga de el se habia metido
de golpe en su culo. Con violencia y aumentando su fuerza Cacho empezaba a
moverse mas rapido dentro de ella. Parecia como que se habia excitado con ella y
todo su cuerpo se desquitaba con su ano.
-Uhhhh.. si.. tenes que probar esto Jorge... -decia disfrutandola
-No...no sabes lo apretadita y caliente que esta.- continuaba entrecortandose en
gemidos de placer
Jorge, sosteniendola de los pelos la miraba a los ojos. Cristina sentia
como sus ojos se humedecian y sus lagrimas se escapaban. Los ojos de Jorge
mirandola fijamente la humillaban mas. El muy degenerado estaba gozando con su
suplicio.
-Te gusta putita... te gusta que te rompan el culo hasta hacerte llorar.- decia
el lamiendo sus lagrimas con sus besos
Cristina trataba de girar su cara para evitar esos besos que no deseaba,
pero Jorge la perseguia con facilidad y disfrutaba con su intento de escaparse.
De vez en cuando con algun violento empujon de Cacho, sus ojos se abrian como
dos platos, como si la verga de Cacho se los empujara desde atras.
-Se siente grandote ?no?.. - se burlaba Jorge
-Apuesto a que pensas que te esta rompiendo el culo- siguio
Cris cerro sus ojos. El muy desgraciado se regocijaba con ella. Sabia
perfectamente lo que ella pensaba y lo que sentia. Su cara se puso roja de
verguenza y sus punos se cerraron sobre su nuca sintiendo su impotencia por
salir de esa situacion. Otra vez Jorge la agarro de los pelos y la volvio a
levantar, pero esta vez hasta que sus pechos quedaron colgando en el aire. El
tiron de pelo era mucho mas fuerte, haciendole abrir los ojos de repente.
-Pero lo que tiene Cacho no es nada comparado con lo que yo tengo para vos.-
dijo pellizcandole un pezon
Sosteniendola con su mano izquierda, con la derecha Jorge se abrio el
cierre de su mameluco Su cuerpo fuerte y velludo se empezaba a mostrar ante los
ojos de ella, pero cuando Jorge bajo el borde de su slip, Cris no pudo creer lo
que veia.
El hombre tenia un pedazo que era casi el doble que el de su marido.
Ella jamas habia visto un miembro tan grueso y tan largo en su vida. Sus ojos
vidriosos miraban atonitos la verga de Jorge mientras el la sacaba ya dura y
colorada delante de su cara.
-?Asustada?- le pregunto soltandole el pelo
-No te preocupes... a lo sumo no podras caminar por un par de dias.- se burlo
riendo
Detras de ella ya se escuchaba los gemidos excitados de Cacho que
apretaba sus manos como dos fuertes pinzas sobre los muslos de Cris moviendo su
cuerpo y aplastando brutalmente los cachetes de su culo con cada embiste. Era
como tener una perforadora taladrando sin parar su culo. El hombre gemia y
aumentaba su velocidad en un frenesi descontrolado. Levantada de la mesa,
Cristina sentia sus pechos sacudirse hamacandose con cada empujon.
-!!Sii!! !!Si!! !!Guardatela toda... uhhhh!!!- gritaba Cacho
De repente la verga de Cacho se clavo en el fondo del recto de Cristina
y ella pudo sentirla pulsando y moviendose espasmodicamente dentro de ella, para
luego sentir el impacto de una descarga caliente que la inundaba. Cerrando los
ojos sintio como su cuerpo era manchado e invadido por esa descarga caliente que
calentaba las zonas ardidas de su recto.
Despues de darle un par de chirlos mas en sus cachetes, Cacho saco su
verga satisfecho se sento delante de ella jadeando.
-!!Que buena cojida!!- le dijo agitado a Jorge
-Dale vos ahora... esta calentita todavia.- agrego
-Si, la muy viciosa me esta deseando.- dijo acariciandole la mejilla antes de ir
atras de ella
Los ojos de Cris solo se apartaban de la verga de Jorge para mirar
asombrada la verga enrojecida y aun brillante de Cacho. Con su cuerpo traspirado
y sus manos colgando, el hombre que la habia violado retomaba fuerzas sentado
sobre la mesada a unos metros de ella. Cris penso en huir antes que la agarrara
Jorge, que parecia tener su miembro mucho mas grande que el de Cacho, pero
apenas levanto su espalda e intento moverse, el dolor en su cuerpo le impidio
hacer mas nada. Aparte de eso, la dulce vibracion en su sexo no habia parado
desde que le habian metido el vibrador, y pese a que lo trataba de evitar, esa
continua estimulacion la estaba aflojando dulcemente, obligandola a un placer
delicioso que iba creciendo de a poco dentro de ella. Era como que la estaba
devastando de a poco, venciendo poco a poco su voluntad hasta llevarla a una
sensacion sin retorno.
En cuanto las manos de Jorge se posaron en sus cachetes, ella dio un
respingo nuevamente. En su mente solo podia recordar la imagen de la tremenda
verga, y su ano se apretaba mas y mas. Los dedos del hombre se sentian fiermes y
decididos. Con la yema de sus dedos acariciaba sus cachetes enrojecidos y
recorria la marca de los dedos sobre su piel. Lentamente iba acercandolos al
centro de su culo y por mas que ella se esforzaba no lograba evitar que le
abriera el culo como un libro.
-MMphhhhfffffff- resoplo Cris cuando sintio uno de los dedos acariciar su rosado
y sensible ano
-Yo no te lo voy a repetir, putita.- comenzo diciendo el mientras seguia con su
dedo acariciandola
-Sos vos la que decidis cuanto queres llorar cuando te la meta.- agrego
-Entrar va a entrar igual... pero si te aflojas un poquito va a ser mas facil
para vos.- le susurro en el oido
-Mostrame como aflojas el culito, putita.. - siguio susurrandole
Con su cara roja de verguenza Cristina intento aflojar su ano. Su culo
se abria un poco frente a los ojos de Jorge que sonreia y la acariciaba.
-Eso es putita... si te gusta que te la meta hasta el fondo.- se burlaba de ella
En el medio de esos intentos de relajacion la verga de Jorge apunto
directo al ano de Cristina y empujo de golpe. La poca lubricacion que quedaba
logro que la verga se Jorge pudiera meter solo la cabeza dentro de ella. Aun
con eso Cristina sentia que la estaba partiendo en dos. Desesperada movia la
cabeza y de vez en cuando movia sus codos de costado, como un pajaro intentando
volar. Su cuerpo pegaba contra la mesa y sus manos se revolvian sin poder hacer
nada.
-No te desesperes... es solo la puntita.- dijo Jorge agarrandose de la cintura
de ella
El proximo empujon logro los gritos mas agudos que Cris haya dado en esa
noche. Cristina sentia como si su cuerpo se abriera en dos. Las manos firmes de
Jorge en sus muslos seguian empujando y su verga seguia entrando muy de a poco.
Cristina traspiraba y respiraba agitada por su nariz tratando de pensar en otra
cosa, pero solo podia sentir como ese hombre detras de ella la estaba
masacrando. Tanto se movia y se agitaba que al final Jorge le tuvo que pedir
ayuda a Cacho.
-Tenemela un poco Cacho.- pidio Jorge
-Se ve que la siente bien sabrosa.- se burlo Cacho mientras la tenia por la pera
y le miraba sus ojos enrojecidos.
Cuando Jorge llego a meter toda su verga dentro de ella y su pubis se
refrego contra el culo de ella, Cristina sintio que la verga le llegaba hasta su
ombligo. Nunca habia sentido algo tan grande dentro de su cuerpo. Las manos de
Jorge subieron para agarrarse ahora de sus pechos y mientras le pellizcaba los
pezones sacaba su verga afuera metiendola nuevamente con fuerza.
-Ughhhh.... siii.. esta buenisima...- confirmo Jorge
-Tiene un culo espectacular.- aseguro Cacho mirandola a los ojos.
-Seguro que no se lo dio nunca a nadie.- rio Cacho
Jorge solto los pechos de Cristina y siguio metiendo y sacando su verga
como un piston de una locomotora. Los cachetes de Cristina hacian ruidosos
chasquidos contra las piernas de Jorge con cada arremetida y muy pronto Jorge
estaba agarrandola del pelo y dandole fuertes chirlos al ritmo de su cojida
haciendola saltar a cada golpe. Mientras tanto Cacho se divertia con sus tetas
bamboleandose delante de su vista. Con una espatula de la cocina se acerco a
las tetas y empezo a darles golpes de plano haciendolas bambolearse y poner
coloradas con cada golpe.
-!!Mmmmppppphhhhhhhhhhhhhhhhhhhh!! se quejaba largamente Cristina
Muy dentro de ella una nueva sensacion estaba creciendo. No sabia bien
si era el vibrador en su argolla o la dura penetracion de Jorge, o los golpes en
sus cachetes, o en sus tetas, o su pelo tirante... pero todo eso la estaba
volviendo loca. De repente su cuerpo convulsiono y una sensacion indescriptible
le recorrio todo el cuerpo. Su cabeza se sacudia, una lagrima bajaba por su
mejilla y su cuerpo vibraba sintiendo cada centimetro de sus ataduras, cada
detalle de la dura pija de Jorge en su culo y explotando en un tremendo orgasmo.
-!!Mira!! !!Mira!! !!La muy cerda esta acabando!!- gritaba riendose Cacho
-!!Goza puta!! !!Goza!!- decia Jorge dandole con mas violencia y sintiendo como
el culo de ella lo exprimia
Sin poder aguantar mas, Jorge se clavo dentro de el culo de ella, bien
al fondo, y sintiendo las convulsiones exploto en otro potente chorro caliente
que hizo sentir a Cristina la degradacion total de su ano inundado en la leche
de esos hombres.
Cuando Jorge saco su verga de adentro de ella, el culo de Cristina
palpitaba enrojecido. Tan fuerte habian sido las violaciones que el agujero de
su ano no terminaba de cerrarse y su esfinter se arrugaba ritmicamente. Cristina
de repente sintio el vacio en su ano y el frio del aire que la tocaba. En cuanto
Jorge habia soltado su pelo ella habia caido pesadamente sobre la mesa.
-!!Ufff!! !!Que buena hembra!!- dijo Jorge
Cristina solo deseaba que se fueran. Esperaba que la desataran y que la
dejaran sola para limpiarse el cuerpo y ovillarse en un rincon. En su mente
pensaba "ya me violaron, ahora se van y me dejan sola". Miraba de reojo a los
hombres que se habian puesto atras de ella esperando que se fueran. !No podia
ser! !No tenian la mas minima intencion de irse!. Los hombres habian abierto la
heladera y destapando una cerveza de su marido tomaban del pico mientras se
preparaban un par de sandwiches.
-!?Que miras forra?!- le dijo de mal modo Jorge
Cristina cerro los ojos sabiendo que debia hacer lo que ellos quisieran
hasta que se fueran. Escucho risas y los pasos de los hombres acercandose.
Toscamente la dieron vuelta tirando un par de cosas que habia sobre la mesa
violentamente al suelo y entre los dos la acostaron boca arriba sobre la mesa.
Cristina no pudo evitar abrir los ojos y mirar directamente al techo. Girando su
cabeza miro a Cacho y lo vio sonriendo y con una mirada perversa en su rostro.
Girando la botella sobre el cuerpo de ella un frio chorro de cerveza corrio por
entre los pechos de ella. Los dos hombres se miraron y al mismo tiempo bajaron
sobre el cuerpo de ella lamiendola, chupando cada centimetro de su cuerpo con
avidez. Ahora si se sentia una puta completa, una puta en manos de dos
degenerados que lo unico que pensaban era en su cuerpo.
Durante unos minutos jugaron con ella poniendole todo tipo de cosas
arriba de su cuerpo. Comieron, ensuciaron y cuando se sintieron satisfechos la
dejaron ahi un rato mientras se iban de la habitacion. Cristina se habia quedado
ahi, boca arriba, mirando la lampara de su propia cocina y solo pudiendo pensar
en que era lo proximo que le tendrian preparado para ella.
En ese momento Cacho entro a la cocina otra vez con el rollo de cable en
sus manos. Atras de el venia Jorge. Se acercaron a ella y sin decir palabra
sacaron sus alicates y empezaron a cortar los cables que le ataban sus piernas.
Por un momento Cristina sintio el alivio de sus piernas sueltas otra vez, pero
muy dentro suyo sabia que eso no iba a ser por mucho tiempo. Los dos hombres
terminaron de separar sus piernas y sin ninguna delicadeza tiraron de las tiras
de cinta que sostenian el vibrador dentro de ella. Cada cinta tiro fuertemente
de los vellos de su cuerpo llevandolos con ella para horror de Cris. Ella arqueo
su cabeza y grito detras de la mordaza nuevamente. Despues de la primera cinta,
los muslos de ella se tensaban cada vez que los hombres empezaban a tirar de las
cintas.
Cuando terminaron de sacar todas las cintas, las ultimas estaban
empapadas en los flujos y jugos de Cristina. El vibrador seguia trabajando
dentro de ella y sus labios y su clitoris estaban completamente rojos y
sensibilizados.
-!!Que puta calentona!! !!mira como tenes la argolla!!- le recrimino
perversamente Cacho
Con una sena de Jorge, Cacho sostuvo la rodilla de Cristina fuertemente.
En ese momento Jorge agarro su otra rodilla y alcanzo de la mesada la espatula.
En cuanto la vio Cristina nego con la cabeza, pero antes que pudiera darse
cuenta la primer palmada con la parte plana de la espatula habia dado contra su
sexo. Cristina arqueo su espalda y lanzo una serie de grititos acompanando cada
golpe en su sexo que se repetian rapidamente y sin descanso. Agarrando otra
espatula, Cacho empezo a darle sobre los pezones tambien, y en ese momento Cris
sintio que todo su cuerpo vibraba otra vez y su cabeza empezo a dar vueltas.
Cuando la respiracion de Cris se volvio casi frenetica y desesperada,
los dos hombres dejaron de darle con las espatulas. Con el rollo de cable en
las manos agarraron un largo palo de amasar de la cocina y lo ataron a sus dos
tobillos. Despues de eso la alzaron hasta dejarla parada al lado de la mesa y
mientras Jorge la sostenia, Cacho ataba otro cable en su nuca, lo bajaba por su
espalda y pasando por entre sus piernas lo hacia subir hasta el cuello de ella.
Ahi, lo hacia pasar debajo de las tres vueltas de cable en su cuello para
despues dejar un tramo de dos metros delante de ella. Abriendole los labios
vaginales, el cable se metia justo dentro de su sexo y cada vez que Jorge
tiraba se apretaba fuerte entre sus labios y su clitoris.
-Ahora putita... vas a venir caminando hasta el balcon.- dijo Cacho
Dando dos fuertes tirones del cable delante de ella Jorge le dio a
entender que no tenia otra alternativa que intentar caminar. Cristina dio
pequenos pasos hacia adelante, siempre sintiendo la presion del cable sobre su
sexo. Tardaron un buen rato en llegar hasta el balcon, y en el medio ambos se
aprovecharon para apretarle los pechos, para morderle el culo o simplemente para
darle un par de chirlos en la cola y que caminara mas rapido.
Cuando llegaron al balcon Cristina por primera vez penso en sus vecinos.
?Que dirian si la vieran asi en manos de esos dos hombres? ?Pensaban cogersela
ahi en el medio de todo?. Por suerte estaba oscuro y la noche no era muy clara.
Parada en el medio del balcon miraba a los dos hombres con cara de panico. Cacho
se acerco por atras y con su alicate corto esta vez el cable que unia a sus dos
munecas juntas. Sosteniendola con las dos manos se ocupo de la muneca derecha
para atarla esta vez a un gancho del que colgaba una maceta en esa pared. El
brazo de Cristina habia quedado estirado y tenso contra la pared del edificio.
Del otro lado Jorge hacia lo mismo con la otra muneca agarrandola fuertemente de
la reja de proteccion de balcon.
Puesta de costado en el balcon era como si Cristina estuviera levantando
los brazos para abrazar a alguien. El siguiente corte fue en sus tobillos, y el
palo que tenia separando sus piernas quedo libre. Por mas que movio las piernas
como pudo, y pese al esfuerzo que eso le demandaba, no pudo evitar que los dos
hombres agarraran con sus fuertes manos sus tobillos y los ataran otra vez a la
reja del balcon y a un maceton enorme a un costado de ella. Cristina bajaba su
cabeza cansada y sin poder luchar mas. Era inutil. Solo guardaba fuerzas para
aguantar lo que se vendria seguro ahora que la tenian en una gran X en el
balcon.
Con el palo de amasar en la mano Cacho jugaba pasando uno de los mangos
por el cuerpo de ella. Cristina miraba atenta como el grueso y redondeado palo
se deslizaba por sus pechos, bajaba por su vientre y se deslizaba por sus
muslos. El degenerado de Cacho se lo refregaba por entre sus labios vaginales y
empujaba un poco abriendola como si el palo fuera una durisima pija que intentba
violarla. Los dos se divirtieron un buen rato manoseandole el cuerpo, abusando
de ella y pellizcando varias partes de su cuerpo mientras ella se retorcia como
podia en sus ataduras. Despues de eso volvieron a entrar a la casa, cerraron la
puerta del balcon y prendieron la luz. De repente Cristina se encontro
totalmente iluminada en la noche de su vecindario y un llanto escapo de su
mordaza dejando caer algunas gotas de lagrimas sobre su cuerpo. Con ojos
desesperados miraba los balcones de los otros vecinos. Rogaba que todos
estuvieran ocupados y a que nadie se le ocurriera salir en el balcon esa noche.
Fueron cinco largos minutos. Cinco minutos que a Cris le parecieron como una
hora.
Despues de esos 5 minutos las luces se apagaron otra vez. El ruido de la
puerta del balcon abriendose atras de ella la puso muy tensa otra vez. Sabia que
dos hombres estaban con ella otra vez. Desde atras y sin que ella los viera le
pusieron un panuelo vendandole los ojos. Cristina intento mover su cabeza pero
una mano la agarro fuerte del pelo
-!Quedate quieta !- le ordeno secamente
Sin poder hacer nada Cris sintio como el nudo se ajustaba firmemente, y
por mas que intentaba no podia ver nada atras de esa gruesa tela. Podia escuchar
los pasos de los hombres alrededor de ella pero no sabia bien donde estaban. De
repente un buen sopapo le sacudio su teta derecha. Cris grito atras de la
mordaza y sus piernas se pusieron en puntas de pie por un segundo tratando de
escapar de ahi. Otro sopapo, y otro mas... su pecho empezaba a enrojecerse otra
vez. Despues sintio como que los golpes eran con algo distinto. !No! !Las
espatulas otra vez ! se lamento por dentro. Pero lo unico que ella podia hacer
era dar pequenos salitos a cada impacto sacudiendo la cabeza con desesperacion.
Cuando ya sintio que esa teta le ardia como en fuego, el hombre se ocupo de la
otra. Era desesperante sentir como sus pechos le ardian y eran castigados sin
piedad. Los dedos del pie le dolian de tanto esfuerzo por saltar y su cuerpo
traspiraba en la tension y el esfuerzo.
El silencio que siguio casi la vuelve loca. Fueron apenas dos minutos,
pero parecieron una eternidad. Ella sabia que los hombres estaban todavia ahi,
pero no sabia que parte de su cuerpo atacarian. Instintivamente sus rodillas
trataban de cerrarse, pero las ataduras no se lo permitian y cuanto mas lograba
cerrarlas, mas tiraban las sogas de sus munecas. Cacho y Jorge miraban, a dos
pasos de distancia de ella, su desesperacion y la disfrutaban intensamente.
Junto a ellos habia otro hombre, vestido de camisa y corbata que sonreia mirando
a la mujer en esa posicion. Con claras senas de sus dedos sobre sus bocas Cacho
y Jorge le pidieron silencio, a lo que el hombre asintio con una sena de su
cabeza.
Con una cubetera en la mano, Jorge le ofrecio a Cacho un hielo y los dos
se acercaron a Cris. En cuanto los hielos se apoyaron sobre sus ardientes
pezones Cris se desespero, y un grito ahogado por la mordaza acompano las
violentas sacudidas de su cabeza. Jorge saco entonces el hielo de su pezon y
dando pequenos toques en su abdomen y cerca de su ombligo empezo a pasarlo por
los labios vaginales de Cris. Ellla negaba con desesperacion con la cabeza,
pero a medida que Jorge abria con su otra mano su sexo, el hielo se iba
empujando mas y mas dentro de ella. Muy pronto Jorge pudo empujar con su dedo el
hielo dentro del canal vaginal de Cris y el cuerpo de ella se convulsiono en las
ataduras como una hoja de papel al viento. Era delicioso verla con sus dedos de
sus manos desesperados abriendolos y cerrandolos, los dedos de sus pies
levantando su cuerpo, bajandolo, arqueandose para arriba, su espalda
convulsionando.
-?Esta frio putita?- le pregunto Jorge con sarcasmo
-No te preocupes.... sabemos lo caliente que estas., el pobre hielo no va a
durar mucho - agrego riendo
En ese momento Jorge agarro una de las espatulas y empezo a palmear el
muslo derecho de ella justo arriba se su rodilla. Lentamente iba aumentando la
fuerza e iba subiendo mas cerca de la entrepierna de ella. Detras de el, el
tercer hombre ya se habia sacado la camisa y le sacaba de la mano la espatula a
Cacho. Sorprendido, Cacho se sento a un costado a mirar el espectaculo. Despues
de una indicacion de Jorge, el hombre empezo a darle en las mismas zonas que
Jorge estaba azotando, pero en la otra pierna. Cris sentia como su cuerpo se
tensaba y se aflojaba con cada azote. Sus muslos ardiendo poco a poco como sus
pechos y el calor subiendo hacia su sexo la estaban poniendo al borde de la
locura. El hombre empezaba a disfrutar el azotar esos blancos muslos y su fuerza
iba subiendo, empezando a dejar marcas rojas de los golpes sobre la piel de
Cris.
A una sena de Jorge, los dos volvieron a castigarle los pechos de Cris,
y toda la proteccion de balcon vibro con el tiron que ella pego al sentir otra
vez el castigo en sus pechos. De repente se detuvieron y en silencio escucharon
los sollozos de Cris detras de la mordaza. El hombre se sonrio y le guino un ojo
a Jorge. Los dos a la vez abrieron sus bocas y sacando sus lenguas afuera
empezaron a lamer y chupar los pezones de Cris. La estaban enloqueciendo mas
todavia. Ella grito de repente al sentirlos ahi, pero no pudo evitar que sus
pezones se endurecieran casi al instante.
-Como te gusta que te violen ... sos una putita facil.- le dijo Jorge al oido y
ella se aflojo un poco
-Estas deseando que te la metamos ?no es cierto?- dijo el pasando sus dedos por
el sexo de ella
El hielo ya se habia derretido hacia un buen rato, y lo que Jorge sentia
entre sus dedos mostrandole al hombre no era ni mas ni menos que los jugos de
una hembra caliente. El hombre se acerco otra vez a su pezon y le dio un suave
mordisco, al que ella respondio con un gemido. Los dos hombres agarraron el
pezon y lo tiraron suavemente hacia adelante, pero Jorge tenia preparada una
sorpresa mas para ella. Con una sena le indico a Cacho y este trajo dos broches
de ropa viejos, de madera, que les alcanzo a ambos. De inmediato los dos
abrieron los broches, y mientras masajeaban los pezones de ella para llevarlos a
su maxima longitud, se prepararon para ponerlos en ella.
En cuanto Cris sintio los broches en sus pezones su cuerpo se arqueo
otra vez y los dos hombres sonrieron. Agachado entre sus piernas, el
desconocido tomaba entre sus dedos los labios vaginales de Cris y los estiraba
abriendole el sexo y disfrutando de la vista de sus rojas y brillantes carnes
impregnadas de humedad.
-Estas muy buena putita.- le dijo al oido Cacho
De repente, algo sobresalto a Cristina. No estaba segura, pero juraria
haber visto un destello detras de su venda. El ruido de un flash cargando y el
sonido del rebobinado automatico de la pelicula le resultaban muy familiares.
Los muy degenerados le estaban sacando fotos. Asi, desnuda, humeda, abierta de
piernas, con sus muslos y pechos rojos de los azotes y sus pezones con dos
broches, era la imagen de su mas tremenda humillacion, pero por mas que gritara
detras de la mordaza, no habia nada que pudiera hacer para evitar esas fotos.
Mediante una sena, Jorge le dio a elegir al hombre. Dando la vuelta por
adentro del departamento, el hombre se puso atras de ella. Ya se habia sacado
toda la ropa y con una dura y gruesa verga se acercaba por atras a Cris. Jorge,
adelante de ella se acercaba casi pegandose a su cuerpo. Ella casi podia sentir
el calor de su piel contra ella. En ese momento, las manos de Jorge se agarraron
de los cachetes del culo de Cris y ella sintio como se le abrian y el frio aire
de la noche llegaba a su ano. Pero lo que no se espero fueron las dos manos del
desconocido agarrandola desde atras a la altura de su cintura y el empujon de su
verga impactando directo sobre su ano.
-!!!!!Mmmmmmmppphhhhh!!!- grito ella
-Relajate putita... si ya lo tenes todo abierto y roto..- le dijo al oido Jorge
desde adelante
Ella se gritaba dentro de ella que no podia ser, no otra vez. Pero era
asi. El hombre detras de ella la abria sin piedad. Su irritado ano se debatia
en un doloroso espasmo y numerosas contracciones al sentir la presion de la
penetracion. Sus manos se crispaban en las sogas que las sostenian y sus pies
saltaban como nunca tratando de escapar de la sensacion infernal detras de ella.
De repente sintio como la cabeza del miembro del hombre se hundia en ella sin
remedio y atras de eso un nuevo y despiadado empujon que marco las manos del
hombre en su cintura por la fuerza que hizo. Como si la hubieran desgarrado en
mil pedazos Cris sintio que sus rodillas se le aflojaban y un fuego intenso que
le recorria dentro de ella hasta detras de su abdomen. El hombre habia llegado a
tope. Su vientre ya tocaba con la espalda de ella y podia sentir sus muslos
refregandose contra la parte de atras de los de ella. Poco a poco la fue sacando
otra vez, pero solo para volver e embestir violentamente dentro de ella y
arrancarle otro grito desesperado.
La desesperacion de Cristina era tremenda. Por un momento hubiera
deseado desmayarse ahi mismo, pero no lo lograba. Toda su mente giraba en la
oscuridad de la venda y su cuerpo temblaba como una hoja. Tardo un buen rato en
lograr relajarse y que las sensaciones de ardor se aplacaran un poco. En ese
momento su mente se percato de algo extrano. El tamano, forma, fuerza y
consistencia de esa verga en su culo no era la de Jorge, ni tampoco la de Cacho.
Las recordaba perfectamente de hacia pocos minutos y su mente se preguntaba
porque era diferente. Los nuevos y mas fuertes embistes del hombre no la dejaron
concentrarse mucho en la idea. En ese momento Cris empezaba a sentir una
sensacion extrana en ella. Para colmo de males, una mano, la de Jorge le estaba
acariciando su sexo humedo por delante. Cris empezaba a sentir como su cuerpo se
mojaba sin remedio y sus pezones, doloridos atras de los broches de ropa
empezaban a exitarse. Las manos de Jorge seguian jugando con su vagina y
suavemente le abrian y cerraban sus labios deslizando de vez en cuando un dedo
dentro de ella que la hacia maldecir las sensaciones que la traicionaban.
Sin aviso previo, quizas el solo hecho de las manos de Jorge sobre sus
nalgas otra vez fue el unico aviso, la verga de Jorge se hundio de un solo
movimiento llenandole la vagina. Cris sintio como su cuerpo temblaba
involuntariamente y aun detras de la venda, sus ojos se cerraron apretados.
Respiraba agitada por su nariz y podia sentir su cuerpo totalmente invadido,
lleno como nunca habia estado. Sus pies empezaron a bailar mientras sentia como
uno y otro hombre se alternaban en llenarla. De vez en cuando salia uno y
entraba el otro de forma tal que su cuerpo siempre estaba lleno. En otros casos,
los dos salian a la vez y de repente la llenaban los dos juntos haciendole ver
el cielo de las sensaciones que la inundaban. Cristina nunca habia sentido algo
igual. Su ano le dolia, pero el dolor dulce se transfromaba en un placer
incontrolable que la estaba haciendo perder la cabeza. Ademas, la boca de Jorge
se habia ensanado con uno de sus pechos. Le habia sacado el broche y lo estaba
lamiendo y chupando de tal forma que no podia evitar sentitlo en todo su cuerpo.
Las cuatro manos de los hombres la manoseaban sin cuidado y pronto Cris sintio
que el placer era tan profundo que se mareaba de solo sentirlo.
Durante varios minutos Cris se sacudio entre los dos hombres. Era un
verdadero sandwich humano, donde ella era la parte mas sabrosa y la que mas
intensamente gozaba. Con su respiracion entrecortada sintio como un volcan
explotaba dentro de ella y agarrandose fuerte de las sogas que sostenian sus
manos sus rodillas se aflojaron y su cuerpo temblo sacudido por el ir y venir de
los dos hombres dentro de ella. Era como una muneca de trapo dejada en manos de
dos muchachos juguetones que la hacian saltar y contorsionarse hasta que las
lagrimas inundaron los ojos de ella.
En el medio de los espasmos de su sexo, Cristina pudo sentir con total
claridad como la verga de Jorge se inflamaba y comenzaba a temblar tambien.
Mordiendo fuerte la mordaza y aferrandose mas a sus ataduras sintio como un
liquido caliente impactaba dentro de ella y se derramaba. Jorge se salio de
ella, pero su verga fue rapidamente reemplazada por el duro miembro de Cacho.
Ahi Cris se dio cuenta... !!Eran tres!! ??Quien era ese tercero que la estaba
cogiendo por atras?? Sin embargo, la pregunta le duro poco. Otra vez con los
violentos y certeros movimientos de Cacho, Cris estaba por los cielos. No lo
podia creer. Su cuerpo estaba flojo ya de tanto esfuerzo y muy dentro de ella
pedia por favor que no la hicieran gozar mas. Otra vez el mete y saca de las dos
vergas en su cuerpo empezo a volverla loca y en tres minutos mas estaba al borde
de un orgasmo. Esta vez fue el hombre atras de ella el que se descargo primero,
y Cris sintio como la descarga en su ano disparaba un orgasmo mas en ella que la
hacia resoplar, gemir y temblar sin que lo pudiese controlar. Para cuando el
hombre se salio de ella, su cuerpo traspiraba como despues de haber corrido tres
kilometros y ya sin fuerzas colgaba de las sogas en sus munecas.
Cacho termino en un orgasmo en otros cuatro minutos mas y el cuerpo de
Cris, agarrado de las dos sogas quedo colgando como una bolsa y sus rodillas
flaqueando como un flan. Con el hombre desconocido todavia atras de ella, Jorge
le saco la venda y con la camara de fotos en mano le saco un par de fotos. Atras
de ella y sin que ella pudiera verlo estaba el hombre misterioso que se la habia
cogido por el culo. Por mas que ella intentaba girar la cabeza no lograba verlo,
pero el hoombre salia en las fotos. Hubo varias fotos mas de primeros planos de
su cuerpo tambien, especialmente de sus zonas mas afectadas y enrojecidas por
los azotes y otra mas de su sexo chorreando por sus muslos.
Despues de eso, los dos homrbes volvieron a ponerse sus mamelucos y
pasaron adentro de la casa y se sentaron un rato. El otro hombre se acercaba a
ellos. Ya se habia vestido y venia con dos sobres con dinero en la mano.Se los
dio y les agradecio. Cacho y Jorge sonrieron
-La proxima vez, solo nos avisa jefe, y con una hembra asi.. lo hacemos gratis.-
El hombre sonrio y les prometio que iba a pensar en una segunda vez y
que los tendria en cuenta. Salio del departamento y los acompano por el ascensor
hasta la puerta de abajo. Les abrio la puerta, les dio la mano y los dejo ir.
Despues de eso se arreglo su ropa y su pelo en el espejo del palier. Tomo el
ascensor hacia arriba y se paro frente a la puerta de su departamento. Agarro el
maletin de su trabajo que habia dejado escondido atras de la maceta de la
entrada y abrio la puerta con sus llaves.
-!!Querida !! !!Ya llegue!!- dijo guardando la camara a buen recaudo
-!!Querida!! ?'?donde estas?? !!Ya llegue!!- repetia acercandose lentamente al
living
Haciendo como que no sabia donde estaba ella y sonriendo se recosto
sobre el sillon del living, encendio la TV y viendo la gaseosa y las papas
fritas en el piso, las agarro y empezo a comer mientras se sonreia. Iba a
tomarse su buen tiempo antes de rescatar a su mujer. Hasta pasaba por su mente
dejarla ahi toda la noche, si no fuera por los vecinos...
(FIN)